Junto a la calle Binnenrotte se encuentra el mercado al aire libre más
grande de los países bajos. Está obra se encuentra rodeada de un
edificio de viviendas en forma de arco o herradura que integran a la
perfección varias actividades en un sólo lugar.
El mercado de la buena suerte
La forma de herradura recuerda el símbolo de la buena suerte, en
el cual día a día concurren miles de personas para hacer sus compras normales o
para ser testigos de una obra de ingeniería histórica.
Markthall Rotterdam |
Destacan las fachadas de cables de hierro que sostiene paneles
de vidrio, para mantener el concepto de un espacio abierto con muy
pocos elementos constructivos, cuyo entramado imita al de una raqueta de tenis.
Estás fachadas son las más grande de Europa. Fueron necesarias por
razones de higiene y cumplir con la normativa necesaria para el
expendio de comidas, como en cualquier establecimiento dispuesto para tal fin.
Entre las actividades que se integran este complejo de
edificios están:
- Mercado Cubierto
- Restaurantes
- Tiendas de Comida
- Supermercado
- Escuela de Cocina
- Viviendas
- Parking Subterráneo, el cual
es tanto para uso de los visitantes como los que deseen transitar por el
centro de la ciudad.
Las actividades principales se encuentran bajo una bóveda con 40 metros
de altura, en un espacio equivalente a dos campos de fútbol, donde un arco une
dos grandes edificios con 460 viviendas. La mitad de estos apartamentos tienen
ventanas con vistas al mercado interno.
Esta construcción estuvo a cargo del estudio de arquitectura
MVRDV de la ciudad holandesa junto con la promotora Inmobiliaria
ProVasta, el arquitecto Winy Maas hizo una perfecta combinación de
todas las funciones bajo la política sostenible de construir este complejo y
fijar estas políticas en el tiempo para los vendedores del mercado.
¿Por qué el acero?
Los arquitectos prefieren este metal porque tiene una gran
versatilidad, por ello es frecuente su uso en puentes, rascacielos y en las
modificaciones de estructuras que refuercen sus cimientos. Este metal tiene una
gran capacidad para doblarse permitiendo la realización de construcciones
únicas.
Gracias al acero el mundo puede apreciar grandes obras de ingeniería que han
asombrado a lo largo de la historia. Como el Mercado de Rotterdam, grandes
naciones construyen para mostrar a través de estos símbolos la capacidad de
construir del hombre.
José Manuel Mustafá: La hermosa fachada de cable de acero del Mercado de Rotterdam
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